25/4/15

Esperanto kiel lingvolernilo. Hacia una nueva perspectiva.



El Esperanto como herramienta de aprendizaje de idiomas. Hacia una nueva perspectiva.

Son muchos los hablantes de esperanto que en pleno siglo XXI continúan manteniendo las mismas estrategias comunicativas y los mismos argumentos que se usaban en el siglo XIX. Sin embargo, el mundo que nos rodea ha cambiado de una forma radical en todos los aspectos políticos, sociales y culturales.

En la era de Internet poco importa ya que el esperanto fuera considerada una “lengua clara” en el ámbito de las comunicaciones telegráficas, ni tampoco son un acicate los miles de volúmenes de obras literarias a las que se puede acceder por medio del esperanto cuando el inglés, el español, o el francés nos abren la puerta a millones de volúmenes originales y traducidos.

La oportunidad del uso del esperanto como lengua de comunicación del mundo científico, de la cultura o de los negocios también pasó a la historia y ese puesto lo ocupan hoy el inglés o el español. Tampoco se consiguió el éxito en las esferas de la diplomacia o la política internacional donde el inglés y en menor medida el francés cumplen aún con esa función.

¿Entonces qué le queda al esperanto? ¿Una larga agonía hacia la extinción? ¿Acabar convertido en una rara y pintoresca pieza de museo de la magna historia de las lenguas de la humanidad? ¿Desempeñar el papel de idioma puente de un puñado de frikis, coleccionistas, o corrientes ideológicas minoritarias y excluidas de la sociedad? ¿O simplemente convertirse en un mero pasatiempo de jubilados como puede ser jugar a la petanca o hacer sopas de letras?

Aparentemente, las perspectivas se muestran ciertamente sombrías para la que según muchos intelectuales de la época, estaba llamada a convertirse en la lengua auxiliar de la humanidad. Poco cabe esperar de las iniciativas políticas que tantas veces se han estrellado frente al muro de la incomprensión y los prejuicios. Todo aprendiz de esperanto maravillado por las bondades de esta lengua cree ser el primero que tiene la genial idea de luchar por convertirlo en lengua oficial, al tiempo que se pregunta con cierta sorpresa cómo nadie ha intentado antes hacer que el esperanto consiga ese estatus en la Unión Europea o en el seno de la ONU. Pero la realidad pronto quebrará y aplastará sus ilusiones de una forma tan cruel que probablemente él mismo desista y abandone su pasión por el esperanto. 

El otro peligro consiste en caer en las redes del esperantismo endogámico institucional, con sus clubes, sus fundaciones, sus asociaciones, y su panoplia de delegados, presidentes, secretarios, redes sociales, revistas, congresos y celebraciones de todo tipo que pueden atraparte en un delicioso mundo hermético  y cerrado que se retroalimenta a si mismo, y que en algunos casos no tiene el menor interés en difundir o luchar por un reconocimiento real de la lengua en todos los niveles.

Pero existe otra vía. En primer lugar debemos analizar el motivo por los que la gente decide aprender un idioma. Los hablantes de esperanto caracterizados por un gusto o atracción especial por las lenguas no suelen tener mucha conciencia de este hecho, y es que la mayoría de la gente aprende una lengua por motivos puramente económicos o laborales, esto es, tienen una visitón totalmente pragmática y utilitarista del aprendizaje de idiomas. Pocos aprenden un idioma atraidos por su belleza estética, la riqueza de su morfología, o seducidos por la idea de leer su literatura original. El 90% de la gente entiende el aprendizaje de idiomas como una obligación para su futuro profesional o una inversión de la que espera conseguir beneficios académicos o laborales.

Entonces, ¿Qué puede ofrecer el esperanto a los ciudadanos del siglo XXI que no ofrezcan ya el inglés u otros idiomas?

Su valor propedéutico, esto es, el poder intrínseco de la lengua internacional de favorecer, facilitar e incrementar el aprendizaje de otros idiomas a una velocidad mucho mayor y de una forma más efectiva al posibilitar una comprensión de la estructura y de los elementos intrínsecos que conforman toda lengua, de una manera natural y casi inconsciente. Un valor que ha sido demostrado y puesto de manifiesto en numerosos estudios científicos y pedagógicos pero que en los siglos XIX y XX había quedado en un segundo plano frente a otros beneficios y ventajas del esperanto que hoy ya no son tan relevantes.

Habrá quienes alegarán que el aprendizaje de las lenguas clásicas como el latín, el griego o de cualquier lengua natural producen idénticos efectos, pero tales afirmaciones carecen de fundamento, ya que si bien el aprendizaje de un idioma contribuye siempre al aprendizaje posterior de otros, las características intrínsecas del esperanto hacen que el tiempo y el esfuerzo invertidos sean mucho más productivos, además de ser aplicable al aprendizaje de prácticamente todos los idiomas del mundo ya que si bien el vocabulario del esperanto es una introducción excelente al léxico de todas las lenguas occidentales y especialmente al de las lenguas románicas, la gramática del esperanto nos acerca a una mejor comprensión del japonés, el chino o el turco o el suajili, algo que nunca se conseguiría aprendiendo latín o griego.

En el siglo XXI aprender esperanto debe ser interesante no ya solo como meta en si mismo, sino como entrenamiento para iniciar con éxito y rapidez el aprendizaje de cualquier otra lengua. Así como el ajedrez o el uso del ábaco contribuyen a desarrollar la competencia matemática, y han sido introducidos de forma innovadora y generalizada en los planes de estudio de un número creciente de escuelas y centros educativos, el esperanto es capaz de entrenar y de ordenar el pensamiento de forma lógica, coherente y eficaz para una comprensión profunda de los elementos y mecanismos que componen una lengua, de manera que una vez que se aprende esperanto no resultan ya extrañas las estructuras propias del húngaro, el ruso o el coreano.

Bastaría ofrecer el esperanto como materia optativa o actividad extraescolar en los centros educativos durante un curso escolar para beneficiarse de las ventajas que su aprendizaje produce en la adquisición de los idiomas meta ya sean estos el inglés, el francés, el alemán o el chino.

Igualmente otra de las ventajas intrínsecas del esperanto en el campo educativo reside en el desarrollo de la competencia social y ciudadana especialmente en el campo de la Educación Intercultural, en tanto que como lengua de comunicación internacional fomenta el interés, la curiosidad y el entendimiento hacia todas las lenguas y culturas del mundo. Una lengua neutra que no pertenece a ningún pueblo o nación pero que puede ser usado indistintamente por cualquier persona del mundo y que permite a través de ese contacto directo y personal el acceso a la cultura del otro en pie de igualdad y respeto.

Por si estos argumentos no fueran ya por si mismos suficientes para justificar la conveniencia de introducir y fomentar el estudio del esperanto en el sistema educativo, el estudio de esta lengua cuenta con el apoyo de dos resoluciones favorables de la UNESCO en las que recomienda su aprendizaje. Y además es posible conseguir un diploma oficial de reconocimiento internacional en sus distintos niveles, emitido por la Universidad de Budapest (Hungría) en el marco de referencia establecido por la Unión Europea.

A. Fabián Jiménez

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